Las dos canciones que Bunbury dedicó a su hermano asesinado

Fotografía: Carlos Delgado

Durante la Semana Santa de 1994, Rafael Ortiz de Landázuri, hermano de Enrique Bunbury, fue asesinado en Salou (Tarragona). Rafael se encontraba de vacaciones en Cambrils (Tarragona) junto a su novia. Rafael tenía solo 28 años de edad. 

El suceso sucedió a las 2.30h de la madrugada, a la salida de un pub. Según la investigación de la Guardia Civil, se produjo una discusión intrascendente en la puerta, y dos jóvenes tarraconense asestaron varias puñaladas a Rafael. 

Rafael fue trasladado inmediatamente al hospital Joan XXIII de Tarragona, donde falleció una hora más tarde. 

Dos de los asesinos fueron detenidos dos horas después de los hechos. El tercero fue arrestado al día siguiente. 

El asesinato del hermano de Bunbury se produce a pocos días de dar comienzo la gira americana, pero la profesionalidad de la banda y la época por la que atraviesa en ese momento Bunbury, muy influido por las filosofías orientales como el hiduísmo les hacen seguir adelante y continuar con sus compromisos.

Enrique Bunbury escribió una canción para recordar a su hermano, “Morir todavía”, que se incluyó en su siguiente disco “Avalancha”. En este tema Bunbury narra el recuerdo permanente de la muerte de su hermano. Aún bajo estas circunstancias se esconde el cántico de la esperanza y de la superación, es el secreto por el cual esta canción se vuelve más misteriosa, más abierta a la experiencia personal, más pura. Es un rostro triste sin lágrimas, una sonrisa torcida por el temor al final eterno, pero firme como una espada, preparada para la próxima cruzada.

“no se puede encerrar 

el sol bajo una campana. 

no se puede aplazar

la hora señalada”

Ya en su etapa en solitario, Bunbury le dedicó otra canción a su hermano “San Cosme y San Damián”. Este tema lo incluyó en “Flamingos”, su tercer disco en solitario. Esta canción narra una historia real ambientada en un santuario oscense. El milagro de San Cosme y San Damián. San Cosme y San Damián es una ermita de Huesca a la que, los hermanos Ortíz, iban de excursión. En este tema Bunbury se rompe por dentro y brama 

«Y es tan

frágil la voz

Y es tan

débil que soy

como una urna de cristal que va quebrar»

Esta canción no la suele tocar nunca en directo, solo en ocasiones especiales Bunbury lo hace, como por ejemplo en la grabación del DVD de “Una cita en Flamingos”.

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