En la segunda mitad de la década de los ochenta, en un concierto en Barcelona, tocaban Tijuana in Blue, Rosendo y Barricada. El concierto, muy multitudinario, ya que había más de 10 000 personas, lo arrancó Tijuana in Blue con su rock tirando a punk. A pesar de que había mucha seguridad (en una época en la que el personal de seguridad llevaba pistola), la gente se puso como loca durante el concierto de los Tijuana y empezaron a tirar las vallas.

Cuando salió Rosendo al escenario, en lugar de tranquilizarse, se pusieron peor y el desorden fue a mayores. El mánager de Barricada indicó al grupo que se iban de allí, que no tocaban, que allí se estaba produciendo una batalla campal. Volaban las vallas, había multitud de personas subidas al escenario cogiendo todo lo que pillaban. Se llevaron los amplificadores y la batería de Rosendo terminó flotando sobre las aguas del mar Mediterráneo. Lo que tenía que ser una fiesta acabó muy mal, sin que Barricada pudiera tocar y con la policía cargando contra el público para intentar calmar la situación…

Como contó Rafa J. Vegas en una entrevista, la peor parte fue para los técnicos, que se tuvieron que quedar ahí salvando cosas. Los grupos tuvieron que acudir después a la comisaría para intentar recuperar lo poco que había quedado a salvo, ya que con lo que pillaron hicieron fogatas en la playa.

Fotografía portada: Carlos Delgado