Cableados: «A los borregos se les guía mejor»

Hablamos con los madrileños Cableados sobre sus inicios, la historia que hay detrás de su nombre, sus influencias, sus discos, sus próximos pasos…

¿Cómo y cuándo nace el grupo? 

El germen del grupo nació en la casa de campo de Ernesto (batería) donde se reunía habitualmente con los otros dos “fundadores”, Jaime y El Plaza, guitarra y bajo respectivamente. Pero realmente fue a principios de 2007 que se incorporó “El Nava» y conseguimos local de ensayo cuando podemos decir que nace Cableados.

¿Qué historia hay detrás de vuestro nombre? 

En esa casa de campo de Ernesto, era y es, un lugar recurrente para reuniones que luego dan lugar a historias, y una de ellas esta. Llegó la primera llamada para hacer nuestro primer bolo, ya lo teníamos cerrado ¡pero no teníamos nombre de grupo! Decidimos hacer un ensayo con público, con algunos colegas vamos, que por otro lado fue un fiestón, pero eso es otra historia, el caso es que ya por la noche, sin nada de sed, nos pusimos entre todas y todos a buscar nombre al grupo, y después de desechar varias de las propuestas que fueron surgiendo uno de ellos propuso Cableados. Aunque el argumento no lo recordamos muy bien, era algo así como un juego de palabras, algo como de cables, por lo eléctrico de nuestra música y cabreados por nuestra actitud ante la realidad. No teníamos mucho tiempo así que ahí se quedó.

¿Cómo fueron los inicios? 

Cojonudos, por fin teníamos un grupo y hacíamos lo que siempre habíamos querido. Nos juntábamos en un local más pequeño que un armario con unos litros de cerveza a destrozar las canciones de nuestros grupos preferidos, lo pasábamos de puta madre. Luego, con el tiempo, decidimos crear nuestros propios temas y desde entonces hasta ahora. Ahí seguimos, ha habido evolución, pero nos gusta pensar que la esencia sigue siendo la misma.

¿Cómo estaba la escena rockera patria cuando empezasteis?

Hace tiempo de eso, pero creemos que estaba bien y tenía buena salud a pesar de que ya entonces se daba por muerto al rock. La música al igual que todo estaba en periodo de transformación, la era digital, redes sociales, el auge de otros estilos musicales, que mejor no entramos a valorar, aun con eso el rock seguía ahí. Había público tanto para los grandes de siempre como para bandas nuevas que éramos capaces de llenar garitos.

¿Dónde fue vuestro primer concierto? ¿Cómo lo recordáis?

En Getafe, en una especie de bar y salón de actos de la urbanización de un barrio. Se llamaba “La buena birra”. Ese primer concierto fue una pasada, vinieron un montón de colegas, llevábamos un set list, con nueve temas, no teníamos más, que tuvimos que repetir porque la peña no nos dejaba bajarnos del escenario. Fue un fiestón de los grandes, el bar se quedó sin suministros, ya a última hora la gente se bebía hasta la cerveza sin alcohol porque no había otra cosa. Viendo esto el responsable del garito no tardó en proponernos un nuevo concierto que acabó siendo el último que se dio en ese sitio. Se lo cerraron por las quejas de los vecinos…

¿Cuáles son vuestras influencias y cómo definiríais vuestra música? 

Haciendo lo que hacemos te lo puedes imaginar, el rock en español siempre ha sido nuestra inspiración, Barricada, Marea, Leño, Extremoduro, Porretas, La polla… El rock de barrio, de la calle, que cuenta historias cotidianas, sencillas a veces y algo más profundas otras. Diríamos que hacemos un rock honesto, sin artificios ni lentejuelas. 

¿Cuántas maquetas grabasteis antes de publicar vuestro primer disco? ¿Cómo recordáis esos años? 

Fueron tres maquetas, “Aprendiendo a caminar” “Mientras tanto” y “De barrio”. Todas ellas se grabaron con un proceso totalmente artesanal. Recuperamos un ordenador del punto limpio donde curraba Jaime (primer guitarra) y lo llevamos al local donde grabamos los temas. Después nos juntábamos una vez más en la parcela de Ernesto, y hacíamos las mezclas con el colega de un amigo que conocía a otro que sabía algo del tema…

El resultado final era el que era, pero nosotros alucinábamos con tener en nuestra mano un CD con nuestros propios temas.

¿Cómo es vuestro proceso compositivo?

Es un trabajo en equipo, donde todas las voces, ideas y propuestas son escuchadas y valoradas, aunque la pieza fundamental es “El Nava”, es él quien crea las letras que nos presenta con una base, que, ya en el local entre los cuatro vemos por donde tirar y le vamos dando forma. A veces el resultado final no tiene mucho que ver con la propuesta inicial, es algo que nos va pidiendo el propio tema, pero en general intentamos ser respetuosos con la idea original para que “El Nava” no se enfade (es broma)

¿Qué queréis expresar con vuestras letras y cómo os definís musicalmente?

Cantamos experiencias, cosas cotidianas que le pasan a la peña o a nosotros mismos. Historias cercanas. Y claro, siempre está también el lado reivindicativo y protestón que ha tenido históricamente el rock y se plasma en alguno de nuestros temas. En cuanto a cómo nos definimos y aunque no nos gusten mucho las etiquetas, creemos que estaríamos cerca de lo que en su día se definió como rock urbano, lo que decíamos antes, un rock honesto y sincero. 

Dinos cuatro grupos y cuatro discos que os hayan marcado.

La verdad es que tenemos gustos muy variados que van desde el blues hasta el punk, pasando por prácticamente todos los estilos del rock. Cada uno tiene sus preferencias, es difícil concretar, pero por nombrar a alguno “El Nava” se decanta por “Que se vayan a hacer puñetas” de Porretas o “Revolcón” de Marea, mientras Ernesto siempre ha defendido que el “Made in Japan” de los Purple es uno de los mejores directos de la historia, así como “La ley innata” de Extremo de lo más destacable del rock nacional. Los Leño son otros de los admirados por todos, Barricada, La polla records… todos esos grupos que forman parte de lo que somos.

En 2016 publicáis vuestro primer disco “Sin vergüenza”, cuéntanos un poco sobre este disco.

Había personas que creían en nosotros, que cantaban nuestras canciones, que venían a los conciertos, incluso que nos compraban las maquetas, todo eso fue ayudando a creer en nosotros mismos, quitamos complejos e inseguridades y a dar el paso. Nos pusimos a trabajar en serio, tanto en las composiciones como en unas letras más curradas. Habíamos tenido varios cambios en la formación, pero en ese momento había estabilidad y nos decidimos, nos liamos la manta a la cabeza y nos metimos a grabar. Fue toda una experiencia, disfrutamos cada momento, siguiendo el proceso de producción, dejándonos aconsejar, pero también defendiendo nuestra identidad sin sobreproducir los temas. Tenemos que agradecer todo el apoyo que recibimos de parte de compañeros más que consagrados que quisieron poner su granito de arena colaborando en este disco como son, Kutxi y Colibrí de Marea, El Bode y Pajarillo de Porretas, Juancar de Boikot, Luter… Vamos un disco debut impensable para nosotros cuando empezamos.

Cinco años después lanzáis “Ver, Oír… ¿Y callar?”, hablamos sobre este álbum.

Esto fue otra historia, mientras girábamos con “Sin Vergüenza” íbamos componiendo nuevos temas, pero de nuevo cambios en la formación retrasaron la salida del nuevo disco. Con la incorporación de Marcos a la guitarra solista y después del proceso lógico de adaptación, reiniciamos la creación de los nuevos temas, pero entonces fue la pandemia la que nos paró en seco. Fue una putada, para todos, una época difícil de tragar y que finalmente también se refleja en el disco. Componíamos los temas como siempre, pero esta vez cada uno desde casa con videollamadas, pasándonos archivos grabados en el cuarto de baño, algo caótico, pero que nos hizo creer en nosotros, no tiramos la toalla en ningún momento por difícil que fuera la situación. Cuando todo empezó a volver a una “nueva normalidad” como se quiso llamar entonces, decidimos meternos de nuevo en el estudio. En esta ocasión contamos con la colaboración de Fernando Madina de Reincidentes y además quisimos darle espacio y voz a varios colegas de grupos de nuestra zona con los que hemos compartido escenario muchas veces, José Peine de Pardaos, Gelo de Comida para Pezes, y Moly de Descendientes lo dan todo en los coros de “La última y nos vamos” que, dicho sea de paso, a fecha de hoy tiene más de 600.000 reproducciones en Spotify. 

Eso es lo que quieren, que nos limitemos a ver, oír y callar.

No hay duda, siempre lo han querido y ponen todo su empeño en ello, si no piensas, si no cuestionas, de puta madre, a los borregos se les guía mejor. El poder tiene muchas formas de hacernos ciegos, sordos y mudos, y lo peor es que en demasiadas ocasiones las personas vemos, oímos y callamos. Cada día los medios son más influyentes, se le da valor a la opinión de personas mediocres, lo que dice tal o cual “periodista” o “tertuliano” o “creador de contenido”, con lo que quiera que signifique esa definición, va a misa y no se cuestiona porque estamos perdiendo capacidad crítica. Nos dan los titulares que quieren que veamos, pero nos ocultan lo que realmente están haciendo y condiciona la vida de la gente. Vamos retrocediendo poco a poco en la defensa de nuestros derechos, de lo público de lo que a la mayoría de la población le importa. Por eso es importante remover mentes, criar y educar conciencias críticas, arrancar vendas, y no tener miedo a gritar alto y claro por la defensa de nuestros derechos, que no se nos olvide, son los de todos y todas. La música, el rock, una canción, puede servir de altavoz para ello, por eso es difícil encontrar una canción que cuestione y critique esta situación en las radio fórmulas generalistas o en el hilo musical de una tienda cualquiera. Pero claro, lo realmente importante es que nos podemos tomar una caña libremente sin encontrarnos con nuestro “ex”. 

¿Cómo ha sido la gira de presentación de vuestro último disco?

Pues en ello estamos, llevamos alrededor de 70 conciertos en este tiempo. Hemos viajado desde Bilbao hasta Jerez, pasando por Cuenca, Albacete, León, Ciudad Real, Madrid… y seguimos cerrando fechas allí donde nos llaman. Está siendo toda una experiencia que nos está dando la oportunidad de conocer nuevos sitios, nuevos grupos con los que compartimos escenario y se convierten en colegas, el público, que te acoge de manera diferente en cada lugar. Con sus pros y sus contras, porque no todo es un camino de rosas, nos sigue pareciendo un puto placer hacer esto. 

¿Cómo veis el futuro de la música Rock en España?

Eso es una incógnita, hace décadas que se daba por muerto al rock, y mucho más al rock en español. Pero hay sigue dando guerra. Es cierto que ahora parece más difícil meter la cabeza en el panorama, los grandes siguen estando ahí, llenando todos los espacios donde tocan, pero a los pequeños como nosotros nos cuesta algo más encontrar unas condiciones para tocar en las que al menos no perdamos dinero. Las salas tienen que dar espacio en sus programaciones a grupos con sus propios temas, y el público, que somos todos, entrar en esas salas a ver a ese grupo que no conoces pero que tal vez te sorprenda. De esa manera a la sala le saldrá rentable y seguirá apostando por esos conciertos de lo contrario seguirán programando grupos tributo que tienen mucha más acogida. Es una ecuación complicada, pero estamos seguros que tiene que haber una fórmula para resolver esa ecuación y dar cabida a todos. Nosotros por nuestra parte, seguiremos apostando por la música en directo en las salas, por la cercanía, por lo que une, por la importancia que tiene la música en el entramado social de los barrios. 

¿Cuáles son vuestros próximos pasos? ¿Tenéis material preparado para un nuevo disco?

Seguimos girando con el “Ver, oír… Y bailar Tour” con fechas cerradas, de momento hasta agosto. Queremos agradecer a aquellos que apostaron por nosotros el año pasado y por diferentes motivos no pudimos hacer el concierto, que nos hayan vuelto a llamar para incluirnos este año en sus eventos. Y mientras tanto, los cuatro que formamos actualmente Cableados, Nava, Txino, Viti y Ernesto seguimos preparando material para lo que será nuestro tercer disco, al que, por experiencia, aún no ponemos fecha, preferimos ir asegurando un paso para dar el siguiente. Pero sobre todo, queremos seguir disfrutando de todo esto, subir al escenario a darlo todo intentando que la gente que vaya a alguno de nuestros conciertos vuelva a casa con la sensación de haber pasado una buena noche escuchando rock. Somos Cableados, rocanroll y nada más.